¿Evitar la congestión? ¡Sí, es necesario! ¿Pero a qué precio?
En las redes de comunicación de los proveedores de servicio es un aspecto sobresaliente, por no decir el más importante, ofrecer la disponibilidad de sus servicios las 24 horas durante todos los días del año. Por este motivo, poseer políticas y protocolos de acción frente a fallas que puedan presentarse en su medio ambiente es un requisito indispensable para brindar un alto nivel de calidad en sus servicios a los usuarios; ya sea telefonía, internet, televisión, data center, cloud, u otros.
Esta demanda de hiperconectividad de los usuarios obliga a los proveedores de servicio a crecer a toda velocidad en un entorno de transformación digital del mercado, que entre otras cosas exige: acceso más veloz a internet, servicios de virtualización y cloud, soporte de arquitecturas 5G y sobre todo políticas dinámicas y flexibles para que el usuario opere sin restricciones artificiales.
Si bien las políticas tradicionales o buenas prácticas de crecimiento redundante y tolerancia a fallas que establecen los fabricantes de dispositivos son claras, el incremento constante de las capacidades tiene varias consecuencias adversas, por ejemplo, una inversión económica constante adquiriendo nuevo equipamiento o el uso desigual de sus recursos físicos, provocando congestión en ciertos sectores de su red de comunicación y en otros, un desuso, sin aprovechar de forma óptima su red redundante.
¿Evitar la congestión? ¡Sí, es necesario! ¿Pero a qué precio? A veces es necesario plantear interrogantes sobre este desbalanceo de uso de recursos, sobre todo cuando los costos en adquisición o incremento de recursos es constante y amenaza la estabilidad económica de la empresa. Por lo tanto, ¿existen soluciones para un uso más eficiente de las capacidades que conlleve a una reducción de costos? La respuesta es sí, esa solución es un conjunto de funciones denominada “Ingeniería de Tráfico”.
En los últimos años, el tráfico IP de las redes de datos, ya sea en redes privadas (redes internas de una organización) o redes públicas (internet) presenta un crecimiento exponencial, y esto conlleva también a un crecimiento, en el mismo orden, de las capacidades de red, que deberán ser gestionadas de forma adecuada con tecnologías de Ingeniería de Tráfico.
El modelo del flujo de tráfico existente en la red IP del proveedor de servicio, se realiza en un análisis salto-por-salto (hop-by-hop) basado en la red de destino, por lo tanto, los protocolos de enrutamiento tradicionales utilizados, como ISIS y OSPF establecen en sus tablas de enrutamiento el camino más corto o con menor costo, y esta ruta es la única utilizable para alcanzar la red de destino, produciendo un desbalance de carga entre enlaces primarios y alternos.
Frente a la necesidad de una respuesta más ágil al constante crecimiento de la demanda de servicios y de cambios repentinos en la red, buscar soluciones sobre redes tradicionales tiene costos más elevados por los tiempos de configuración y operación. Por este motivo, para el uso de un modelo de control de tráfico de red, es necesario tomar en cuenta la automatización y programabilidad de la red que permita brindar mayor dinamismo, velocidad y agilidad a la demanda de nuevos servicios por parte del usuario final.